El principal problema de la Horchata Natural que se sirve en la mayoría de los establecimientos en su conservación, al tratarse de un producto perecedero por ser un producto 100% natural, aún siendo elaborado en condiciones muy higiénicas y refrigerado (entre 0º y 2º) tiene una duración muy limitada, 2 o 3 días. Es por esos motivos que no se pare de investigar en alargar la vida de la Horchata.
La rapidez de la alteración del producto se debe a su contaminación microbiana y un complejo proceso de actividades enzimáticas.
La conservación en frío es la mejor solución dadas sus características organolépticas. Existe también la Horchata granizada, consistente en el mismo producto pero exponiéndola a un proceso de media congelación, alargando la vida hasta una semana y manteniendo todas sus propiedades. La congelación del producto es un proceso realizado a (-18ºC) que ha conseguido alargar la vida hasta un año, hace que una vez descongelada siga con su sabor intacto.
Otros métodos como pueden ser, esterilizada, pasteurizada o liofilizada, que podemos encontrar en todas las grandes superficies, no logran mantener el sabor de la Horchata Natural, por tal motivo no voy a explicar el proceso porque para los horchateros artesanos eso no debería ser llamado Horchata.
Así pues, la horchata que venden en los supermercados no presenta casi actividad microbiana y enzimática, por tanto, los innumerables beneficios que os venden no llegan a ser verdad. Por poner un ejemplo, las enzimas como lipasa o amilasa que os ayudan a hacer la digestión de las grasas, haciéndola menos pesada y más llevadera no está presente. Tampoco esta presente los beneficios achacados a la actividad microbiana y no corta diarreas, como se suele pensar. Échale un ojo al post que tenemos sobre si la horchata es buena para la diarrea.
En conclusión, si tenéis la oportunidad de beber una horchata, que sea en una horchatería de verdad, donde la horchata no esté esterilizada o procesada y sea echa de forma casera.